El sesgo liberal de los economistas yanquis

Muchos dan por sentado que Estados Unidos es un país liberal, o incluso ultraliberal. Quienes así piensan no se han molestado en mirar las cifras sobre el peso de las administraciones públicas en ese país.

Muchos también fantasean con que los economistas norteamericanos tienen un sesgo liberal, o incluso ultraliberal. Otra vez, es un muestra de no permitir que la realidad arruine un enraizado prejuicio.

La lista de los más destacados académicos estaounidenses galardonados con el premio Nobel de Economía prueba que hay de todo, y si los liberales cuentan con Friedman, Stigler, Buchanan, Becker o Vernon Smith, los antiliberales sacan pecho con Solow, Samuelson, Tobin, Krugman o Stiglitz.

Hace un tiempo tuvimos un testimonio que refuta el supuesto sesgo liberal de los economistas yanquis, pero no desde la perspectiva de las grandes figuras, sino de la profesión en general.

La principal agrupación de los economistas en Estados Unidos es la American Economic Association. Fundada en 1885, tiene más de 18.000 miembros y publica revistas muy influyentes, como la American Economic Review.

Pues bien, el economista Mark Skousen, de la Universidad de Chapman, propuso para la reunion annual de la asociación una sesión en homenaje a Friedrich Hayek, el premio Nobel austriaco que enseñó en la London School of Economics y en la Universidad de Chicago, y le dijeron que no.

Como escribió Skousen en el Wall Street Journal, que le rechacen a uno una propuesta es normal, “dado que solo se aceptan menos del 30 por ciento”. Pero entonces repasó las que sí habían pasado el corte, y el resultado fue revelador.

De entrada, hubo dos sesiones dedicadas a sendos Nobel: Robert Solow y Ben Bernanke, ambos intervencionistas. Hasta hubo lugar para recordar a un destacado marxista, David M. Gordon.

Phillip W. Magness, del Independent Institute, subrayó que se aceptaron ensayos sobre Marx, y que Keynes fue numerosas veces citado, mientras que solo dos papers mencionaban a Hayek y Friedman, otro par hablaban del monetarismo y solo uno de la escuela de la elección pública.

El comité de selección de la American Economic Association, recordó Skousen, “aceptó 45 sesiones que incluían temas como diversidad, equidad, inclusión, desigualdad, género, pertenencia, segregación, acoso sexual, discriminación, raza y LGTBI”. Y concluyó: “En aras de la diversidad política, ¿no sería recomendable conceder algo de tiempo a las contribuciones de Friedrich Hayek?”. Después de todo, es uno de los grandes economistas del siglo XX y su famoso artículo de 1945, “The Use of Knowledge in Society” figura entre los más citados. 

Pues, sí, realmente sería recomendable, o al menos se podría empezar por abrigar menos prejuicios sobre el liberalismo en Estados Unidos y el supuesto sesgo liberal de sus economistas.