Como los socialistas de todos los partidos no respetan la propiedad privada, usurparon la idea de igualdad, que es originalmente liberal: la igualdad ante la ley, y la desvirtuaron. En vez de controlar al poder para preservar nuestros derechos y libertades, lo animaron a que los quebrante, alegando que ya no debe tratarnos como iguales ante la ley sino hacernos iguales mediante la ley.
Se trataba de un triple bulo: ideológico, analítico y empírico.