Un monumento a Marisa Paredes
Le llovieron críticas cuando debió recibir ovaciones por su socrática ironía.
Le llovieron críticas cuando debió recibir ovaciones por su socrática ironía.
Si alguien lee sus dos creaciones anteriores, estará impaciente aguardando una nueva.
El antiliberalismo pone en jaque los derechos humanos.
La izquierda deplora que vivamos bajo sistemas fiscales injustos, pero no porque paguen mucho las mayorías.
Los socialistas, que siempre suben los impuestos, dicen ahora que no lo harán.
Son puro beneficio: no tienen costes, ni efectos secundarios perjudiciales.