El buenismo convencional de Oxfam
Intermón Oxfam yerra en el diagnóstico, y sus recomendaciones apuntan a unos recortes todavía mayores de las libertades ciudadanas.
Intermón Oxfam yerra en el diagnóstico, y sus recomendaciones apuntan a unos recortes todavía mayores de las libertades ciudadanas.
Los políticos, también en Iberoamérica, proclaman sin cesar, y también allí con escaso fundamento, que «luchan» contra la pobreza.
No es el capital lo que garantiza la solvencia de un banco sino sus buenas inversiones y la eficaz gestión de sus activos.
Ninguna persona “es” pobre en el mismo sentido en que es vieja o joven, o alta o baja. La estatura y la edad son características inevitables, y la pobreza no.
Las prescripciones de San Francisco a sus frailes tienen que ver con dos cruciales nociones de economía y derecho: la pobreza y la propiedad.
Ni el PP quiere privatizarlo todo, ni el propio Adam Smith lo propugnaba.