El mercado inmobiliario de lujo ha vivido un auge en España, y Sotogrande ha participado en esa tendencia. Ha habido aquí operaciones de más de una docena de millones de euros, y recientemente una de más de veinte. Si a estas residencias añadimos los nuevos hoteles –MiM, Fairmont, SO/ Sotogrande– concluiremos que nuestra urbanización se ha revalorizado en el mercado del lujo y las transacciones inmobiliarias de gran calado.
En el plano nacional, como cabía esperar, el lujo no registra una evolución uniforme, porque destacan Madrid y Baleares, por ejemplo, pero también toda la costa mediterránea, desde Málaga hacia el sur. En el caso particular de Sotogrande, aunque el mercado ha sido dinámico en general, es evidente que Sotogrande Alto ha registrado el crecimiento más importante en el lujo inmobiliario, en especial en las zonas más exclusivas de La Reserva.
No descubrimos ninguna novedad si subrayamos que la naturaleza, el clima, la cultura y la calidad de vida en nuestro país son atractivos muy poderosos para turistas, compradores e inversores. Y tampoco es extraño que las estimaciones sobre el crecimiento de las compraventas de residencias y propiedades de lujo apunten a una demanda nacional e internacional sostenida en el futuro. El interés de los europeos, norteamericanos y latinoamericanos parece mantenerse.
Sin embargo, los analistas no esperan una subida de los precios tan acusada como la de tiempos recientes. Por un lado, y como era previsible, los precios al alza han animado una expansión de la oferta. Por otro lado, la economía internacional da señales de turbulencias económicas y financieras, desde unos crecimientos que se han ido moderando en buena parte del mundo, hasta tensiones en los mercados de crédito.
Este panorama ya basta para generar inquietud, que por supuesto aumentará si la situación empeora. Además, si el sector inmobiliario es habitualmente susceptible de sufrir oscilaciones más abruptas que la media de la economía, ello es aún más patente en el mercado del lujo inmobiliario. Sea ello como fuere, lo que es indudable es que dicho mercado ha ido modificando y mejorando el paisaje de Sotogrande.
(Artículo publicado en El Periódico de Sotogrande.)