La tercera posición

Pauper Oikos saludó a su amiga, la economista socialdemócrata Pepa Nona, a la que encontró radiante y feliz.

—Los liberales no entendéis nada, porque estáis en un extremo —sentenció Pepa—. El mundo está lleno de retos, y hay tres opciones políticas para afrontarlos. Una es el laissez faire que a ti tanto te gusta: es la opción conservadora de no hacer nada. En el otro lado están los comunistas. Por eso te digo que la mejor opción es la tercera, la nuestra, la socialdemocracia. La cosa es muy sencilla: o Trump o Marinaleda. Tú eliges, querido.

—A mí me gustas por las trampas que haces —rió el reportero de Actualidad Económica—. Una clásica es la identificación entre liberalismo y conservadurismo: podrías haber echado un vistazo a los textos de Hayek y de Buchanan al respecto. Sabes bien que la derecha puede ser rabiosamente antiliberal. ¿Quién ha subido más los impuestos en España, hasta que llegó Warren Sánchez?

—Barbie, claro —reconoció Pepa Nona—. Pero eso me da la razón a mí: no comparto que subir impuestos sea de izquierdas; si fuera así, Barbie sería comunista.

—A ver si puedes darme una respuesta sencilla, que no sea un galimatías o una contradicción: los socialistas ¿queréis subir o bajar los impuestos?

—Siempre que se pueda, haremos bajadas de impuestos —afirmó la socialdemócrata, añadiendo de inmediato—. Ahora no se puede.

—¿No ves que no hay manera de aclararse con vosotros?

Pauper Oikos intentó centrar la discusión:

—La presión fiscal la marca el gasto público, y ningún socialista ha planteado realmente una propuesta para recortar el gasto. Y nadie en la derecha, añado.

—El ideal socialdemócrata sigue siendo un instrumento eficaz para transformar la sociedad —declamó Pepa Nona con los ojos en blanco—.  El PSOE se fundó para luchar contra la precariedad y la desigualdad en el empleo y es más necesario que nunca. Estamos a favor de una globalización humana, que pone a las personas en el centro de las decisiones…

—Basta, por favor —rogó el reportero—. Dime algo concreto.

—Necesitamos una nueva regulación laboral que reparta mejor los beneficios con los salarios, especialmente de los jóvenes y rentas más bajas, y que la variable de ajuste no sea siempre el empleo. Necesitamos mejorar nuestras políticas activas de empleo y nuestro estado del bienestar. Ningún español se puede quedar sin una renta mínima y acceso a servicios básicos. Necesitamos recuperar el derecho a compartir. Apostamos por la economía colaborativa…

—¡Pero si la estáis persiguiendo! —interrumpió Pauper Oikos.

—Nosotros queremos un modelo basado en la competitividad, con mejores salarios, mejor presión fiscal y mejor Estado del Bienestar.

—¿Mejor presión fiscal? ¿Mejor? ¿Qué es eso? —preguntó el reportero.

—Lo sabes muy bien: con mayores bases.

—Vuestra “mejor presión fiscal” va a ser equivalente a crujir todavía más a las trabajadoras.

Dejaron de discutir y se fueron cantando la marcha de los peronistas, viejos partidarios de la “tercera posición”. Pauper Oikos le dijo a su amiga:

—La parte que más me gusta de esta marcha es cuando dice “combatiendo al capital”. Siempre sospeché que en realidad era “combatiendo al capital y a El Capital”.