Este libro [Matar al huésped] tiene dos virtudes. Una es denunciar el compadreo entre el poder político y los grupos de presión empresarial, en especial la banca. Y la otra es el relato de algunas aventuras político-financieras, como los rescates bancarios en varios países, y las peripecias político-judiciales de otros, como el caso de la deuda argentina frente a los holdouts y el juez Griesa.
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