Clichés antiliberales: 22 – Libertad utópica

La gran mayoría de los Estados del mundo tienen muchas más coincidencias que discrepancias. Son democráticos, intervencionistas, redistribuidores y con una elevada presión fiscal sobre empresas y ciudadanos. Parece razonable, pues, resignarse ante ellos y limitarse a pedir que funcionen más o menos eficazmente, pero poco más. La libertad, nos aseguran, es una utopía.

¿Son el liberalismo y el comunismo dos utopías análogas?

A veces se riza el rizo y se alega que el Estado moderno es el punto medio entre dos utopías análogas e indeseables: el liberalismo y el comunismo. Despejemos primero esta falacia. El comunismo fue un ideal hasta 1917. Desde entonces es una realidad, que ha empobrecido a un tercio del planeta y se ha cobrado la vida de cien millones de trabajadores.

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