Susanita tiene un impuestito

Susana Díaz tiene el Impuesto de Sucesiones y, según leí en el Diario de Sevilla, va a presentar un simulador del impuesto para “derribar falsos mitos”, como si hubiera mitos verdaderos.

Un mito clásico de Hacienda es: no se preocupe, señora, que sólo le vamos a quitar el dinero a su vecina. Así lo dijo la consejera de Hacienda, María Jesús Montero: “Les aseguro que a la gran mayoría les saldrá que no tiene que pagar nada”.

De entrada, los impuestos los pagan millones de personas. Pero si Susanita tiene razón, es decir, si casi nadie paga el impuesto, ¿qué hacen miles de manifestantes protestando por las calles de Andalucía?

Si los ciudadanos no se creen eso de que los impuestos los pagan “los ricos”, entonces el montaje se viene abajo. Dirá usted, ya era hora, pero más vale tarde que nunca, y todo amigo de la libertad debe celebrar las increíbles declaraciones de la señora Montero, que, para rebatir el “falso mito” de que la Junta se queda con la titularidad de los bienes a los que renuncian los contribuyentes en Sucesiones, atención, no se lo pierda, proclamó: “La Junta no se queda con nada. Pasan al patrimonio estatal”. Qué alivio, ¿verdad?

La verdad es que ese impuestito chiquitín no es tan chiquitín para los contribuyentes, y tampoco para las autonomías, que con él sangran a sus súbditos por unos 3.000 millones, según leí en un reportaje de Teresa Lázaro y Aitana Constans en Voz Pópuli. Las autonomías que más cobran son Cataluña y, mire usted por dónde, Andalucía, con 450 y 400 millones, respectivamente.

¿Qué hacer? Pues preguntaron a los “técnicos de Hacienda”, o Gestha.  Y dieron una respuesta técnica: si se elimina este impuesto habrá que “compensar” a las autonomías subiendo otros, como el IRPF o Patrimonio. ¿Es que no lo entiende usted? Si baja una recaudación tendrá que subir otra; digamos, si resulta que no se puede pagar Plusvalía Municipal porque no ha habido plusvalía, que hay que ver qué cosas dicen los jueces, habrá que subir el IBI. ¿A que sí?

Los supuestos “técnicos” dijeron que hay que seguir con Sucesiones que solo afecta a los asquerosos ricos. Pero ¿cómo hacemos para que la gente no proteste porque no se lo cree? Muy fácil, una solución técnica: “armonizarlo”. Así, la gente no protestará. Es verdad que también podrían bajarse los impuestos si se baja el gasto público, armonizando todo a la baja, pero eso no sería una solución “técnica”. ¿Verdad que no?

Lo técnico es crujir a todos con el mismo impuesto, pero, eso sí, “establecer más posibilidades de aplazamiento y fraccionamiento a la hora de pagar, lo que haría que los ciudadanos que fueran a percibir una herencia no se sintieran tan presionados”. Eso es. Ahora, cantemos juntos, señora: “Que come chocolate y turrón/Y bolitas de anís/Que pagamos todos”.