Leí hace tiempo una entrevista que le hizo José Andrés Rojo a Antonio Negri, conocido líder izquierdista italiano. Su colección de gansadas totalitarias resultó apreciable, y aquí sólo puedo seleccionar un par de ellas.
Según esta eminencia, en la producción “el Estado de bienestar abdica de sus funciones, facilitando la extracción de plusvalías”. Nunca los Estados han sido más grandes, nunca los impuestos han sido más elevados, nunca las regulaciones han sido más intrusivas. El Estado no ha “abdicado” de nada. Incluso en términos técnicos marxistas, la “extracción de plusvalías” ha disminuido claramente, por la subida de impuestos sobre, precisamente, los salarios del trabajo y los beneficios del capital.
Dirá usted: no se puede desbarrar más. Pues sí se puede, oiga: “pese a todo, Stalin logró hacer avanzar a la URSS”. Decenas de millones de trabajadores fueron asesinados por los comunistas en la Rusia estalinista, pero a don Antonio le parece que la URSS avanzó “pese a todo”. Esto llevaría a interesantes conclusiones lógicas. Así, tendríamos que aceptar la bondad de la dictadura maoísta, o la castrista, o la hitleriana, porque, después de todo, siempre podremos encontrar en China, Cuba o la Alemania nazi alguna señal de “avance” en algún terreno.
Y, por supuesto, el entrevistador perdió la oportunidad de hacerle la observación evidente desde España: aplicando el mismo argumento de Negri los comunistas jamás podrían criticar al régimen franquista.
(Artículo publicado en La Razón.)