Era uno de esos titulares de El País que inevitablemente llaman la atención de los que merodeamos extramuros del pensamiento único: “Empresario de éxito, el contertulio de moda”.
Era uno de esos titulares de El País que inevitablemente llaman la atención de los que merodeamos extramuros del pensamiento único: “Empresario de éxito, el contertulio de moda”.