Violencia, dinero, datos
La antigua falacia según la cual los problemas sociales se pueden resolver si el Estado les quita todavía más dinero a las mujeres y se lo entrega a los políticos, los burócratas y los grupos de presión.
La antigua falacia según la cual los problemas sociales se pueden resolver si el Estado les quita todavía más dinero a las mujeres y se lo entrega a los políticos, los burócratas y los grupos de presión.
Las dos apuestas más arriesgadas de los dirigentes del taxi han sido dejar a los ciudadanos sin ese servicio y secundar los argumentos de la ultraizquierda.
La llamada neutralidad en la red, como editorializó con sarcasmo Wall Street Journal, es “el tema perfecto para la izquierda, porque suena como algo virtuoso y casi nadie sabe lo que significa, y a casi nadie le importa”.
Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, también tiene un grave problema de credibilidad menguante.
La izquierda promete el paraíso recortando derechos; utiliza una retórica melosa y esgrime el aval de burocracias internacionales, como la ONU. Ha vuelto a suceder con la campaña del Gobierno para suprimir la educación especial con el argumento de la “educación inclusiva”.
Para bajar los precios, de los alquileres y de cualquier otra cosa, no conviene acosar a los oferentes y animar a los demandantes.