Cuando Warren Sánchez habla de Red Eléctrica como «operador privado», como si fuera un mercado libre sin interferencias políticas, conviene recordar que el disparate es indisociable del progresismo.
Cuando Warren Sánchez habla de Red Eléctrica como «operador privado», como si fuera un mercado libre sin interferencias políticas, conviene recordar que el disparate es indisociable del progresismo.