Los sindicatos volvieron a salir a la calle el 1 de mayo y volvieron a fracasar. Hasta el diario El País reconoció que “en Madrid, la manifestación principal fue algo descafeinada”. LA RAZÓN sintetizó las cosas con un escueto titular: “pinchazo sindical”. Y editorializó hablando de la precaria situación de los trabajadores en nuestro país, en contraste con unos sindicatos apesebrados al servicio del Gobierno, concluyendo: “Eso sí, la retórica decimonónica contra los empresarios, los verdaderos creadores de riqueza, no podía faltar en unas manifestaciones institucionalizadas y cada vez más ajenas a la realidad de la sociedad española, acribillada a impuestos”.